El cierre de fábricas en Europa deja libres 700.000 toneladas e impacta

directamente en la recuperación de los precios del azúcar

Como consecuencia de la gran volatilidad mostrada en el mercado del azúcar de la Unión Europea a partir de su liberalización en octubre de 2017, el sector remolachero azucarero europeo está experimentando una importante y necesaria adaptación para su sostenibilidad en el largo plazo.

Hace unas semanas, Südzucker, principal productor de azúcar del mundo, anunció el cierre de 5 de sus fábricas en Alemania, Francia y Polonia, como consecuencia de la drástica caída del precio del azúcar a niveles históricamente bajos que se ha producido tras la liberalización del sector en octubre de 2017.

La volatilidad del mercado también ha afectado al sector en España y, sin llegar a las medidas que han tenido que tomar los productores en Alemania, ha supuesto la adaptación a un nuevo escenario para asegurar la supervivencia del sector español frente a mercados como el francés y el alemán.

En este contexto, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, afirmó recientemente que tanto el Gobierno de España como la Junta de Castilla y León apuestan por el cultivo de la remolacha, clave para el conjunto de la agricultura y que mantiene 17.000 empleos. De hecho, la colaboración entre el conjunto de la industria, los agricultores y las Administraciones es fundamental.

Así, el principal productor de azúcar de España, la empresa Azucarera, con 3 fábricas molturadoras y 1 centro envasado en Castilla y León y otra factoría en Jerez de la Frontera (Cádiz), anunció un nuevo modelo de relación con los agricultores para esta campaña:

“…ofrecemos nuevos modelos a los remolacheros orientados a garantizar el futuro de este sector a largo plazo y a la reducción de costes (…) Aseguramos una colaboración más estrecha que les permita beneficiarse de la recuperación del precio del azúcar además de garantizar una rentabilidad mínima en cualquier escenario…”.

El nuevo modelo se basa en:

“mantener el 85% de los ingresos medios (precio base de 26 €/t junto con una cuantía de aproximadamente 10€/t correspondiente la ayuda nacional y agroambiental) y añadir un complemento ligado al precio del azúcar, permite que a partir de que el azúcar alcance los 550 euros el remolachero podrá obtener unos ingresos superiores a los 42 euros por tonelada”

El repunte de los precios del azúcar en el mercado europeo

Las medidas tomadas por Südzucker, que suponen una reducción en la producción de unas 700.000 toneladas anuales de azúcar suponen, no solo una oportunidad  para cubrir la producción que la compañía alemana va a dejar descubierta sino que al mismo tiempo que impacta directamente y de manera casi inmediata en la recuperación del precio del azúcar en Europa, según se desprende de los datos de Kingsman (consultora especializada en el análisis de este mercado y parte de S&P Global Platts), que espera que el mercado repunte haciendo frente al primer déficit en tres años que comienza en octubre. Pasando de ser un mercado excedentario a deficitario, ya que la producción caerá por debajo del consumo en 3,7 millones de toneladas.

A día de hoy, la misma fuente señala que el precio se sitúa ya en febrero en 440€/t después de registrar subidas de importancia durante las últimas semanas y que ésta será la tendencia que marque el periodo de contratación de azúcar en España para la campaña 19/20 que se ha iniciado el pasado mes de marzo.

La ventana de oportunidad para la remolacha española

El cierre de las fábricas alemanas supondrá que las siembras en Francia caerán al menos en un 8% y en Alemania el 5%. Ambos suman el 50% de la producción de azúcar en Europa. Así la lógica de la oferta y la demanda hará que se balancee el consumo y la producción en Europa y el precio siga, como consecuencia, repuntando.

En la misma línea, Planas, declaró hace un mes  que la Comisión Europea “hace una lectura positiva del próximo periodo, pues cree que el mercado va a ir hacia arriba en precios».

España cuenta con la industria necesaria para poder hacer frente a sus competidores europeos en términos de producción y con los mejores remolacheros que ya han sido referente en rendimientos en toda Europa, en concreto en Castilla y León. La empresa Azucarera, en declaraciones recientes, hizo público su plan de inversiones en la comunidad del que quedan por ejecutar 69 millones de euros que irán destinados a hacer cada día más eficientes sus centros:

“Somos conscientes de los esfuerzos que realizan los agricultores a la hora de gestionar el cultivo en sus distintas fases y trabajamos por ofrecerles un soporte flexible y personalizado”.

Tranquilidad, agilidad y reducción de costes

En este sentido, ha puesto en marcha importantes medidas como la apertura de fábricas en función del desarrollo de la raíz, asegurando la máxima rentabilidad, la eliminación de penalizaciones en caso de que no se pueda realizar el arranque a tiempo o mayor agilidad en las entregas evitando la acumulación de la raíz en las fábricas, entre otras.

No cabe duda que la remolacha continua siendo un cultivo estratégico, rentable, estable y con futuro en el conjunto de España, debido a sus beneficios agronómicos, así como al impacto económico y social que genera en las zonas en las que está presente, contribuyendo a la estabilidad de precios de cultivos alternativos en regadío, fijación de la población mediante la creación de empleo directo, más de 1.300 puestos generados, y a la dinamización de otros sectores auxiliares como el transporte, almacenes, fertilizantes, abonos, semillas, etc.