Ante la situación actual de crisis mundial del mercado del azúcar, Azucarera apuesta por la sostenibilidad del cultivo y vuelca sus esfuerzos en medidas orientadas a la optimización de costes y el aumento de los rendimientos.

La colaboración entre todos los integrantes de la cadena, la implementación de los avances tecnológicos, el apoyo de las Administraciones Públicas y el desarrollo de las mejores prácticas agronómicas son las claves para afrontar el futuro de este cultivo histórico en España.

La innovación como ventaja competitiva

La revolución digital ha llegado al campo y la agricultura de precisión es ya una realidad para el cultivo de la remolacha azucarera.

Además de reinventar y modernizar los centros molturadores, a fin de asegurar la competitividad con respecto a otros productores europeos, Azucarera, en su firme creencia por el futuro del sector,  ha puesto a disposición de sus remolacheros: el uso de la teledetección y el BigData como instrumentos determinantes para aumentar la rentabilidad del cultivo en el corto plazo.

Desde la pasada campaña, en Guadalete, alrededor de un tercio de las explotaciones andaluzas han optimizado su estructura de costes en el cultivo gracias a las ventajas que ofrecen el uso de esta información.

Una mayor integración y colaboración

Competir unidos es clave en un entorno globalizado y es necesario encontrar puntos de colaboración que permitan hacer que el cultivo de la remolacha sea más cómodo y atractivo para el agricultor.

Desde Azucarera, llevamos años trabajando en modelos orientados a ofrecer una rentabilidad asegurada y con una menor carga de trabajo derivada de las labores del cultivo que redunde a su vez en una mayor comodidad para el agricultor.

Un cultivo acompañado por técnicos expertos

Gracias a las investigaciones y recomendaciones de AIMCRA, en colaboración con los equipos técnicos agrícolas de los centros de Azucarera, así como la profesionalización de los remolacheros españoles, España cuenta con rendimientos ejemplares en el contexto europeo y para otros cultivos.

El apoyo de las instituciones

El apoyo de las Administraciones Públicas resulta fundamental para un cultivo de tradición, sostenible y respetuoso con el medioambiente. En la zona norte de España, Castilla y León, País Vasco, La Rioja y Andalucía, incluyen la remolacha como un cultivo agroambiental dentro de sus ayudas agroambientales.

La remolacha es un cultivo pionero en la adopción de prácticas respetuosas con el medio ambiente y cuyo manejo se basa en la racionalización de todos los insumos agrícolas. Por ejemplo, el uso del agua de riego se ha reducido en un 50% en las últimas décadas.