Con el fin de las cuotas de producción a partir de octubre de 2017, se produce un gran aumento del azúcar producido por los estados miembros, entre los que destaca Francia y Alemania con 1,6 y 1,1 millones de toneladas de incremento respectivamente. Toda Europa se ve desde entonces en la necesidad de exportar azúcar y ser competitivos en un mercado globalizado.

Esta situación, unida a un aumento de las exportaciones francesas y alemanas dentro del mercado europeo, tiene un efecto directo en el precio medio de venta del azúcar en Europa, el cual, según datos del Observatorio del Mercado del Azúcar, alcanza mínimos históricos en la actualidad, registrando una caída del 23% en la presente campaña con respecto a la anterior.

Dado el gran aumento de producción de azúcar en Francia, la estrategia comercial que se está desarrollando en la actualidad consiste en un alto nivel de exportaciones al mercado exterior en general, y al mercado español en particular. Debido a sus bajos costes de producción, entre los que destaca el coste de la remolacha y la optimización de la capacidad de las fábricas como consecuencia del aumento de producción de remolacha, se les considera una de las mayores competitividades de Europa.

Sin embargo, el precio de venta actual del azúcar está por debajo de los costes de fabricación de la totalidad de los productores europeos, por lo que la situación financiera de los grandes productores europeos se está viendo afectada. Más concretamente, en Alemania, aun existiendo resultados positivos en la campaña 17/18, desde el último trimestre ya es posible contemplar pérdidas que, previsiblemente, aumentarán en la presente campaña 18/19. Por su parte, en Francia, una de las principales cooperativas productoras ya ha presentado pérdidas en el pasado ejercicio, lo que está impactando en la deuda de la compañía y su viabilidad.

¿Cuál es la clave para Azucarera en un contexto de alta volatilidad en el mercado del azúcar?

Siendo ésta una situación muy complicada para un sector que está dando pérdidas, en España, el sector azucarero remolachero español se ve también directamente afectado. Es por ello que, con la intención de seguir siendo competitivos en un mercado globalizado, Azucarera apuesta por la modernización y la innovación, tanto en el manejo del cultivo (uso de tecnologías pioneras basadas en la teledetección y el análisis de la información con herramientas de BigData y Machine Learning) como en los centros molturadores.

Una situación de crisis que Azucarera pretende afrontar mediante un plan de inversiones iniciado desde hace ya unos años y que, complementando el desarrollo de proyectos agrícolas innovadores para incrementar la rentabilidad del cultivo, permite la modernización de los centros en búsqueda de la mayor competitividad. Así, en preparación ante la liberalización del mercado europeo ocurrida el pasado año, desde el año 2012 el nivel de inversiones es cercano a los 90 millones de euros y continuará durante los próximos años para hacer frente a los retos competitivos que ya afronta el mercado en que operamos.

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