Uno de los objetivos de Azucarera es devolver al campo lo que del campo extrae. Dentro de sus prioridades se encuentra la economía circular, para lo que realiza una constante labor de búsqueda y ejecución de proyectos de innovación que incidan en un mejor aprovechamiento de los recursos generados por su principal materia prima, la remolacha azucarera. Gracias a este trabajo continuo, Azucarera ha logrado que prácticamente el 100% de cada remolacha que llega a las fábricas se utilice no solo para producir azúcar, sino también para elaborar alimentación animal y fertilizantes naturales para el cultivo vegetal.

Y ese fertilizante natural es Stimel, comercializado bajo la marca Betalia, a través de la cual Azucarera pone en valor su principal materia prima, la remolacha azucarera, para crear productos de la máxima calidad destinados a la alimentación animal, a la mejora de la fertilidad del suelo y a diferentes usos industriales. De esta manera, Azucarera produce productos frescos, ensilados o deshidratados a base de pulpa de remolacha, piensos líquidos a partir de melazas enriquecidas y fertilizantes líquidos y enmiendas naturales para todo tipo de cultivos.

Stimel es un fertilizante orgánico líquido con alto contenido en extracto húmico y materia orgánica para conseguir cultivos más eficientes, que se obtiene de la mezcla de diferentes corrientes generadas durante el proceso de extracción de azúcar de remolacha y de la fabricación de sus derivados.

Tal es el éxito que está teniendo este producto, que Azucarera ha puesto en funcionamiento una nueva planta de envasado propio de Stimel en Miranda de Ebro (Burgos).  Esta planta tiene una capacidad para envasar 1.800 litros de Stimel por hora, lo que supone al año más de 7.500 toneladas. “Esta inversión nos permitirá ser más autónomos y ágiles a la hora de dar respuesta a la demanda de nuestros clientes de toda la zona norte”, explica el director de ventas de Betalia, Francisco González.

Desde esta envasadora se distribuirán, en principio, garrafas de Stimel de 20 y 5 litros, aunque el objetivo es “poder atender la rápida expansión internacional del negocio, así como la fabricación de nuevos productos y referencias, con el objetivo de dar el mejor servicio posible a nuestros clientes y colaboradores”, matiza González.