Hoy, 23 de octubre, la fábrica de Miranda de Ebro y la de Toro comenzarán la recepción de remolacha, iniciando así la campaña remolachera en la zona norte. Por su lado, la fábrica de La Bañeza iniciará la campaña unos días más tarde.

Como en anteriores campañas, desde Azucarera hemos intensificado el asesoramiento técnico, con el fin de adaptar las aperturas de las fábricas y los planes de arranque a las necesidades de los agricultores y a la situación del cultivo.

Atendiendo al adecuado periodo vegetativo en que se encuentra la raíz, se ha realizado una estimación de aforo de aproximadamente 1.500.000 toneladas líquidas de remolacha, una cantidad que podrá ser mayor siempre que el contexto climatológico del otoño y el invierno sea favorable.

Además, los cultivos se someten a monitorización constante por parte de los equipos técnicos de las distintas fábricas para proporcionar recomendaciones agronómicas para un correcto manejo del riego, así como para asegurar un control de las enfermedades foliares, en especial en las zonas con alta incidencia. Un aspecto que nos preocupa debido al aumento de la incidencia de la cercospora, y con el que estamos comprometidos mediante el asesoramiento de los equipos técnicos de las fábricas, así como el esfuerzo a nivel de investigación agronómica llevado a cabo por AIMCRA para desarrollar técnicas que permitan un mejor control de la enfermedad foliares.

A pesar de que este año las siembras se han producido de manera escalonada entre marzo y mayo, debido al exceso de precipitaciones durante la pasada primavera y a la recomendación agronómica de priorizar una correcta preparación del lecho de siembra, la remolacha ha evolucionado correctamente y las expectativas de rendimientos y calidad son razonablemente optimistas. En este sentido, las fábricas han tenido en cuenta este retraso, posponiendo el inicio de la campaña para asegurar así una correcta duración del ciclo y maximizar la producción de la remolacha.

Innovamos en el campo

Azucarera apuesta por el futuro del entorno ofreciendo a sus agricultores servicios a medida y de mayor comodidad mediante la tecnificación del campo para mejorar la eficiencia y rentabilidad del cultivo de la remolacha.

En este sentido, la compañía promueve la sostenibilidad de los recursos naturales para el desarrollo del cultivo mediante análisis de imágenes de drones y la teledetección satelital, el uso de herramientas pioneras en el análisis y explotación de la información como big data y machine learning, la mejora genética de variedades y desarrollo de técnicas que incrementan la eficiencia en el uso del agua, energía y otros insumos agrícolas.