Azucarera cumple una década secando la pulpa de remolacha al sol y reduce más de 210.000 toneladas de dióxido de carbono
Azucarera lleva una década secando pulpa al sol, una práctica que le ha permitido no solo ser pionera en este aspecto sino reducir la emisión de más de 210.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
En la actualidad, el secado al sol de la pulpa de remolacha se lleva a cabo en tres de las cuatro plantas de producción que Azucarera tiene en España: Toro (Zamora), La Bañeza (León) y Jerez de la Frontera (Cádiz), con la excepción de Miranda de Ebro (Burgos).
Este 2023 se cumplen ya diez años desde que Azucarera decidió dejar de utilizar los secaderos de pulpa y usar el sol para llevar a cabo ese proceso de manera totalmente sostenible, consiguiendo reducir un 25% el consumo de gas natural en cada una de nuestras fábricas, lo que supone una importante disminución no solo en emisiones de dióxido de carbono, sino también importantes ahorros tanto en costes de combustible como en infraestructuras.
Esta iniciativa, pionera, ha sido considerada por la Comisión Europea dentro del catálogo de mejores prácticas en el sector europeo de la producción de azúcar (BREF).
Con la puesta en marcha de esta práctica, Azucarera ideó, en paralelo, un sistema específico de prensado y ensilaje de la pulpa fresca facilitando su almacenamiento y distribución a los ganaderos durante todo el año y no ceñida a los periodos de producción remolachera.
La pulpa de remolacha azucarera es un coproducto obtenido de la extracción del azúcar de la remolacha azucarera. Se trata de un producto natural, rico en fibra y vitaminas utilizado para la alimentación animal.