Conocer la composición del suelo es un factor determinante para un uso más racional de los insumos agrarios y por tanto, de una mejora en la rentabilidad del cultivo.

Durante los últimos cinco años AIMCRA ha realizado más de 6.000 análisis de suelos. Estos tests se han desarrollado dentro del marco de los Programas de Desarrollo Rural puestos en marcha con el objetivo de ayudar a los agricultores a conseguir beneficios medioambientales y económicos reduciendo el uso de fertilizantes.

Para formar parte de los Programas y recibir estas ayudas los agricultores deben realizar análisis de suelos y establecer un programa de abonado adecuado a las necesidades del cultivo. Este requisito es obligatorio pero también puede ser una oportunidad para los agricultores de seguir mejorando el cultivo y su rentabilidad.

Con el objetivo de facilitar su cumplimiento, Azucarera y las organizaciones agrarias han solicitado a AIMCRA que ofrezca este servicio a todos los socios ya que dispone de un laboratorio con una gran experiencia y especialización.

El análisis de suelos consta de varias fases:

• Planificación de la toma de muestra

La toma de muestra debe realizarse antes de la siembra del cultivo y la aplicación de fertilizantes ya que alterarían los resultados. En caso de haber aportado enmiendas (estiércoles, enterrado de leguminosas, Carbocal u otras enmiendas inorgánicas), debe indicarse al laboratorio. Se debería esperar como mínimo 4 meses después de aplicar una enmienda para tomar la muestra de suelo.

• Materiales.

Pala o azadilla, cubo, paleta y bolsa de plástico.

• Muestra de suelo

Recorriendo la parcela en zig-zag se deben tomar submuestras de no más de 30cm de profundidad, retirando la capa de suelo superficial, que suele contener restos de cosecha, piedras, etc. Lo ideal son 4 ó 5 puntos de muestreo por hectárea en parcelas homogéneas. La muestra final debe ser 0,5 kilogramos de la mezcla anterior.

Si la tierra está muy húmeda, se deberá extender sobre un material que no pueda alterar el contenido de la muestra y secarla al aire durante dos o tres días. Una vez seca, se deben golpear los terrones para desmenuzarlos bien y mezclar bien toda la tierra. La muestra final también debe ser 0,5 kilogramos de la mezcla anterior.

Antes de enviar la muestra, esta debe conservarse en un lugar fresco y seco. En el etiquetado se deben incluir los datos de identificación SIGPAC de las parcelas, el cultivo anterior y los abonos orgánicos utilizados durante el último año y la dirección para el envío de los resultados.

Para más información, haz clic aquí. Y si quieres enviar tus muestras de suelo, puedes rellenar la ficha aquí.